La alta eficacia del alumbrado público LED para exteriores es fundamental para alcanzar los objetivos de ahorro energético. La eficacia se refiere a la eficiencia con la que una fuente de luz convierte la energía eléctrica en energía luminosa, medida en lúmenes por vatio (lm/W). Una alta eficacia significa que el alumbrado público LED puede generar un mayor flujo luminoso con la misma entrada eléctrica.
Las lámparas tradicionales de sodio de alta presión tienen una eficacia de aproximadamente 80-120 lm/W, mientras que las farolas LED modernas suelen alcanzar entre 150 y 200 lm/W. Por ejemplo, una farola LED de 150 W con una eficacia aumentada de 100 lm/W a 150 lm/W verá su flujo luminoso aumentar de 15 000 lúmenes a 22 500 lúmenes. Esto permite reducir significativamente el consumo de energía manteniendo el mismo nivel de iluminación.
Las farolas LED de alta eficiencia reducen directamente el consumo eléctrico al minimizar las pérdidas de energía. En la práctica, al combinarlas con sistemas inteligentes de control de atenuación, las farolas LED pueden ajustar automáticamente el brillo según la luz ambiental, optimizando aún más el consumo energético. Esta doble característica de ahorro energético convierte a las farolas LED en la solución preferida para las mejoras energéticas del alumbrado público urbano.
A medida que la tecnología LED avanza, la eficacia sigue mejorando. En el futuro, el alumbrado público LED con una eficiencia aún mayor contribuirá en mayor medida al ahorro energético urbano y a la reducción de emisiones, garantizando al mismo tiempo la calidad de la iluminación.
Hora de publicación: 06-mar-2025